ESPACIOS COMUNICADOS
El cristal logra que la luz se propague de una a otra parte de la casa. Plus de interiorismo: una barra extra larga, que separa la cocina del comedor y permite la conexión visual entre ambos. Se utiliza como mesa alta para desayunos y comidas informales.
En el día a día, su transparencia hace que la conexión visual y la luminosidad extraordinaria sean suficientes para percibirlos como un único espacio. Para los revestimientos, la interiorista apostó por la uniformidad: blanco en las paredes y una tarima de roble europeo tratado al aceite, un tándem elegante que proporciona a la vivienda unidad cromática. Tan solo cambió el color blanco por un gris oscuro en el salón, en un entrante de la pared, donde así delimitó el rincón de trabajo, y en una hornacina horizontal, extra larga, sobre el sofá, para exponer con estilo diversos objetos decorativos.